El futuro ya no es lo que era. Sistema y personas nos nutrimos recíprocamente. Las personas que eligen aparecer y desplegar su singularidad pueden vivir en bienestar y lograr resultados superlativos. Esto les conviene a las personas y ¡también al sistema!
Todos tenemos un potencial y una singularidad que nos distingue, pero a veces los escondemos para encajar en lo que se espera de nosotros por parte de la familia, el trabajo, la sociedad, entre otros. En ocasiones, incluso los anestesiamos para evitar poner en riesgo nuestra pertenencia en esos grupos. Cada grupo tiene su forma de hacer las cosas, sus reglas y costumbres, para lograr una convivencia armoniosa.
Lo que notamos es que en ese proceso de adaptación, podemos perder nuestra autenticidad, esa cualidad que nos hace únicos, nuestro elemento, como decía Sir Ken Robinson.
Van algunos ejemplos:
- En la historia, se crearon normas para mantener la paz en las comunidades, por ejemplo, para resolver disputas territoriales.
- Las organizaciones se formaron para mejorar cómo funciona el sistema y dependían de personas que obedecieran.
- La educación nos enseñó a seguir normas y comportamientos aceptados.
En resumen, el orden fue inventado para regular comportamiento y todo esto tenía sentido en su momento. Esto fue muy funcional. Creemos que ya no (tanto) y lo será cada vez menos.
Te proponemos mirar este corto
Zamson García (5 sept 2018) Alike. Corto Animado.
Personas + sistemas juntos hoy
Lo que ha cambiado es el contexto. Antes, solíamos pensar de manera lógica en causa y efecto en situaciones predecibles, pero hoy estamos en un mundo lleno de incertidumbre, donde una visión lineal no es suficiente.
El reto que enfrentamos como seres humanos es humildemente reconocer que somos parte de un sistema más grande. Históricamente el sistema nos sirvió. Hoy el sistema nos necesita. Ya no nos dice para qué le somos funcionales. Somos las personas las que hoy necesitamos aportarle valor, si no el sistema se pone en riesgo o, incluso, se muere. Ya no es solo el sistema o la ‘O’, sino una combinación de ‘Y’: el sistema y las personas.
Para que tanto las personas como el sistema se beneficien mutuamente, quienes se atrevan a mostrar su autenticidad pueden vivir en bienestar y lograr resultados excepcionales. Esto no solo es beneficioso para ellos, sino también para el sistema.
5 características de las personas auténticas
- Ponderación entre regla y acuerdo
Las reglas se respetan; los acuerdos se pueden revisar.
- Pasión por el futuro a crear
Les importa el tipo de futuro que quieren crear. No les da lo mismo cualquier futuro. - Predisposición a lo disruptivo cuando lo actual les es insuficiente
Están dispuestas a cambiar lo establecido cuando no es suficiente para ellos - Postura proactiva ante la incomodidad
En lugar de quejarse, proponen soluciones. - Protección de la sustentabilidad del sistema
Se preocupan por la sostenibilidad a largo plazo del sistema. Conservan lo constitutivo y hacen doble-click a lo operativo.
Para evolucionar, el sistema necesita estas personas. En Usina de Potencial Humano nos conmueve acompañar a que las personas vivan en su elemento para que familias, equipos y organizaciones también vivan en su elemento. Una persona, un conjunto de personas, un equipo de personas, la humanidad.
Ahora te toca a vos
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