Escuchamos la frase “querer es poder” como si fuera un mantra para alcanzar objetivos. Sin embargo, creemos que esta afirmación es simplista, falsa, un discurso vacío. En realidad, no refleja la complejidad del comportamiento humano y cómo logramos nuestros sueños y objetivos.
Estamos convencidos de que querer es necesario pero no es suficiente para lograr lo que queremos. Si querer fuera poder, lo único que necesitaríamos sería insistir. Y si aún insistiendo no lo lográsemos sería porque no lo queríamos en realidad. Así la frustración y hasta la culpa serán cada vez mayores. Querer es poder es una creencia de pensamiento mágico, un discurso vacío.
“Querer es como el combustible del auto. Querer es la energía, la fuerza, pero yo no puedo manejar a Mar del Plata sentado en un tanque de nafta. Yo tengo que tener esa energía transmitida a un motor que la transforme en movimiento. Ese es el poder hacer.”
Dr. Noberto Levy
Esto es así porque el comportamiento humano es un sistema adaptativo y complejo. Vayamos a una metáfora para entenderlo.
Imaginá que la vida es como una coreografía de baile en constante cambio, donde cada uno de nosotros es un bailarín. Para que todo funcione armoniosamente, debemos seguir el ritmo y los movimientos del grupo. Pero aquí está el truco: la música siempre cambia, al igual que las circunstancias en la vida. Por lo tanto, necesitamos ajustar nuestros pasos y movimientos para adaptarnos a esas transformaciones.
Esta metáfora nos muestra que somos como piezas móviles en un rompecabezas, y nuestras acciones se ven influenciadas por lo que sucede a nuestro alrededor y nuestro accionar, a su vez, influencia al del resto.
Pensemos en cómo una persona llega a ser un crack, es decir, una persona muy talentosa y exitosa. Nadie se convierte en crack solo con querer serlo y transpirar, repetir con mucha intensidad y experticia el mismo comportamiento una y otra vez y otra vez más.
Un crack
- para, reflexiona, revisa, se diseña, observa a otros, prueba, arriesga, mide, y, además, transpira
- abraza la transformación constante
- se reconoce parte de un sistema al que interpela funcionalmente para que el sistema todo se expanda
- piensa y siente
- ayuda a otros a pensar y sentir para juntos despejar la X del sistema
El verdadero camino hacia el éxito implica querer, transformarse y adaptarse constantemente.
Te proponemos pensar poder como potencial. En nuestra experiencia como coaches profesionales, el potencial de personas y equipos suele ser sustancialmente mayor al que tienden a expresar.
Poder = Querer + X
La “X” representa la transformación necesaria para convertir el deseo (querer) en realidad. El quid de la cuestión es que en cualquier transformación hay alta incertidumbre que viene del contexto y de todas las personas implicadas.
Por ello, acompañamos a personas y a equipos a despejar la X y dejar aparecer todo el potencial que los habita.
Contactanos para explorar propuestas de colaboración con tu organización o conocé las diferentes propuestas disponibles para liberar el potencial humano.